La vida humana depende de la tierra tanto como del océano para su sustento y subsistencia. El ODS 15 Vida de ecosistemas terrestres prevé asegurar la conservación, el restablecimiento y el uso sostenible de los ecosistemas terrestres y los ecosistemas interiores de agua dulce y sus servicios al 2030. El énfasis está puesto en reducir la degradación de los hábitats naturales, detener la pérdida de biodiversidad, frenar la desertificación y proteger las especies amenazadas para evitar su extinción.